Solo tres mujeres se sumaron a los directorios de empresas IPSA e IGPA en Chile entre el 2019 y este año, según se desprende del estudio del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School.
De esta manera, Chile alcanza una participación por debajo del 10% en ambos casos, mientras que en países de Europa la presencia de mujeres en directorios de empresas alcanza porcentajes bastante más altos, un 26,4% en España y un 45,2% en Francia.
Si bien Chile instauró el año pasado el Registro de Mujeres para Directorios, gracias al Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, lo interesante es ver qué dice la evidencia reciente respecto de la inclusión de mujeres en los directorios.
Chen (2019) encuentra que la participación de mujeres en directorios ayuda a moderar el exceso de confianza de CEOs de género masculino, mejorando la toma de decisiones de las empresas. Por su parte, Bertrand et al. (2019) estudió empíricamente los efectos de la cuota de género en Noruega y concluyó que los puestos reservados para mujeres se llenaron por personas mejor calificadas que las que se ubicaban en ellos previo a la reforma.
Por otro lado, estos mismos autores encontraron, en 2018, que no hay evidencia de mayores oportunidades para las mujeres que trabajan en las empresas sujetas a cuotas, sugiriendo que ellas mismas, presentes en los directorios, no cambiaron significativamente las oportunidades de sus pares dentro de la firma.
Nuestra realidad local, reflejaba ya en 2011, según Tokman, que los resultados financieros de empresas chilenas IPSA e IGPA –con mujeres en los directorios– eran mejores, con un margen EBITDA 44% superior, utilidad neta sobre el patrimonio 29% mayor, y rentabilidad sobre activos 36% superior.
Sin embargo, autores del Centro Corporativo de Gobierno UC, que recogen los outputs tanto de este estudio como de otros estudios internacionales, destacan que las relaciones encontradas no serían causales.
En definitiva, si bien la evidencia reciente sugiere efectos positivos de la inclusión de mujeres en directorios, el desafío de generar evidencia más robusta sigue presente. Evidentemente solo será posible abordar este desafío si se incorporan más mujeres a los directorios.
Por Valentina Konow
Socia y economista FK Economics
Fuente: El Mostrador