Una mayor liquidez podría traducirse en presiones inflacionarias, pero acotadas y transitorias.
Efectos acotados en las estimaciones de inflación y, en el mismo comportamiento del consumo, asumen economistas que tendrá el tercer retiro de fondos de pensiones. Esto, en el entendido que ahora será el grupo de más altos ingresos el que accederá a los rescates y, que siguiendo la tendencia de los dos primeros, habrá una porción de dineros que se destinarán a ahorro.
“Hay evidencia de un salto transitorio de la inflación”, manifiesta el economista senior de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores, quien estima para junio -cuando se perciba más claro el impacto- una variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 0,2% a 0,8%.
Más moderado, el economista jefe de Banco Santander, Claudio Soto, prevé que el aumento en los precios de mayo y junio será alrededor de 0,3%, en un contexto en que “esta inyección de liquidez incidirá en un momento donde hay mayor disponibilidad de bienes, según se desprende de las importaciones”.
Al consumo también le inyectará una dosis de impulso este año, que si bien por ahora no modifica las estimaciones del mercado, sí le imprime un sesgo positivo.
“Podría acelerar el consumo más rápido, sobre todo si se da en un contexto de menores restricciones de movilidad”, señala Soto, por lo que “podría llevar a una revisión al alza en las perspectivas para la actividad”.
Un análisis que comparte la economista de Euromaerica, Martina Ogaz, quien le añadió un sesgo “levemente al alza” a su pronóstico de crecimiento económico para este año (PIB 6,2%) “ante un consumo que eventualmente podría subir algo más a lo proyectado inicialmente”.
En la misma dirección apunta el economista jefe de BICE, Marco Correa, pero advierte que ello se ve atenuado por “una posible mayor incertidumbre jurídica que pueda afectar las decisiones de inversión”.
“Este año el riesgo mayor y más difícil de cuantificar ha sido el riesgo político-institucional” reconoce el gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández, quien no aquilata -por el momento- un cambio en ninguna variable para este año. Eso sí aclara que dado que “hay mucha plata dando vueltas de los retiros anteriores y la expansión de los beneficios fiscales, esto más bien apunta a que la aceleración se puede prolongar a 2022”.
El ruido político
“Ha ido quedando en evidencia que, efectivamente, cada día puede ser peor y el debilitamiento institucional ha superado las peores proyecciones”, agrega Fernánez.
En esta visión se le suma la economista socia de FK Economics, Valentina Konow, quien pone el acento en el negativo efecto “que no se ve en lo inmediato, en el atractivo país” por la forma en que se han tramitado los tres rescates del 10% delos fondos que administran las AFPs.
“El Congreso está legislando en materias fiscales, creando nuevos impuestos y gastos públicos, lo que es totalmente ilegal, por lo cual el populismo rampante transversal se ha convertido en una amenaza mucho mayor que la pandemia sobre el futuro de Chile”, asevera el economista senior de LyD, Tomás Flores
Con todo esto, para el economista senior de BCI Estudios, Felipe Ruiz, lo que será el escenario económico de 2022 se torna “más difuso ya que los eventos políticos irán marcando las perspectivas” por lo que lo que ocurra en las próximas elecciones serán clave para medir el pulso político.
“Los próximos dos meses son fundamentales para definir el curso de los acontecimientos por los resultados de las elecciones, especialmente la CC y su instalación e inicio de funcionamiento”, comenta a su vez Fernández.
Fuente: Diario Financiero.