Familias de dichas comunas no logran acatar las restricciones, con el consiguiente aumento en la movilidad, debido a la precariedad laboral y otros factores.
Dierk Gotschlich y Judith Herrera
Aunque la mayor parte de la Región Metropolitana salió de cuarentena, y en varios sectores los vecinos no tienen restricciones de movilidad más que el toque de queda, algunas comunas siguen ‘atrapadas’ en el confinamiento obligatorio que se inició hace más de cinco meses. Es el caso de Puente Alto y El Bosque —que el lunes pasará a transición—: hasta hoy llevan cerradas 161 y 154 días, respectivamente.
El alcalde de El Bosque, Sadi Melo, valora la reapertura gradual: ‘Nos pone contentos por los trabajadores que van a poder retomar en algunos casos sus labores y en otros podrán salir en búsqueda de empleo, recuperando los recursos para sus hogares’.
Pese al confinamiento, ambas comunas reflejan una realidad decidora: el alza de los desplazamientos, que se vuelve compleja de controlar por la alta informalidad laboral y la consiguiente vulnerabilidad económica.
De acuerdo con el último informe de movilidad de la U. del Desarrollo, la variación en la semana del 7 de septiembre, en comparación con la del 9 de marzo, refleja contrastes: mientras en Providencia la movilidad cayó 33,7%, en Puente Alto subió 22,3%. En El Bosque, en tanto, fue de tan solo 0,1%.
En el reciente documento ‘Pobreza y pandemia’, del Hogar de Cristo junto con otras instituciones, se resalta que ‘los efectos desiguales en la reducción de la movilidad se pueden relacionar con la necesidad de preservar los medios de vida, generando ingresos y recurriendo a la compra de alimentos e insumos para sus hogares’. Y entre las razones destaca ‘una mayor precariedad laboral’.
Para el ingeniero comercial José Ignacio Batlle, experto en ciencia de datos de la consultora FK Economics, ‘en sectores más vulnerables hay características que hacen más difícil que una cuarentena sea efectiva. En particular, una densidad alta vuelve la cuarentena más ineficaz que en comunas con densidad de población más baja. Además, el nivel de ingresos y algunas características de empleo sobre el modo de vida que experimentan diversas comunas parecen también contribuir a la eficacia de una cuarentena’.
Fernando Rojas, decano de Ingeniería de la U. del Desarrollo, enfatiza que ‘lo importante es no solo cuánto nos movemos, sino que cómo nos movemos; si nos movemos manteniendo la distancia, con mascarilla y lavado de manos, no hay tanto riesgo de contagio’.
Fuente: El Mercurio